Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Hacia una teoría racional de la micro y macroeconomía (página 2)



Partes: 1, 2

La Sociedad de
bienestar

El sistema de Sociedad de bienestar, que
resultó una panacea en la Europa de los 60, en un
principio se creyó que sería eterno. A mi llegada a
Suecia en 1974 y recibir los múltiples beneficios
económicos por tener una familia grande y venir como
exiliado del Gobierno de Allende, de inmediato me asaltó
la duda que el sistema pudiera sostenerse en un periodo largo de
tiempo. Así lo hice notar ya siendo presidente de la
sección hispana del Partido Socialdemócrata en
numerosos cursos a los cuales fui invitado en el Centro
Internacional de Líderes de Bomersvick. Ni el obsecado y
marxista-leninista premier Olof Palme, ni los social-comunistas
suecos que le apoyaban querían oír de tales negros
presagios, simplemente porque lo les gustaban nada que oliera a
negro. Al abandonar el socialismo en 1979, después de mis
visitas al área del este europeo ocupado por la URSS,
entre otros Alemania comunista y pasar a pertenecer en Escania,
Suecia al Gobierno de coalición Moderado-Centro-Liberales
y Democristianos — 1991-95 – pude contribuir desde el debate
interno político para que los suecos se vieran al espejo y
constaran, gracias a la razón, que el cuerno de la
abundancia, como lo denominaban, no tenía sus fundamentos
solamente en la inteligencia, habilidad y productividad de los
inversores, empresarios y trabajadores suecos, sino que se
debía a la coyuntura mundial que Suecia había
aprovechado más que ningún otro país de la
postguerra. Como sabemos, Suecia comerció con ambos bandos
en pugna en la II Guerra mundial y convenció a los dos de
sus simpatías. Al finalizar la guerra, Suecia se
encontraba en óptimas condiciones para vender a altos
precios acero sueco, máquinasherramientas y
vehículos de transporte al resto del mundo.
¡Así quien no! Esa realidad mencionada en todos los
encuentros de líderes sociales en los cuales
participé, fue oída y se hizo verbo legal en los 90
cuando el gobierno burgués antes mencionado se
decidió por ajustar el traje de las prestaciones sociales
a sus realidades de los ingresos por impuestos. Mi propuesta
regional en el Parlamento de Escania de crear un Fondo financiero
para hacer frente a las pensiones futuras de los funcionarios
provinciales (que luego fue imitado a nivel nacional) se vio
confirmada como un balde agua congelada en pleno verano. El
detonante fue la crisis financiera sueca de principio de los 90
cuando el Premier Carl Bildt se vio obligado a prestar a la
desesperada dinero internacional ofreciendo el 500% de
interés a corto plazo para poder pagar los sueldos de los
funcionarios públicos. Del 51% del presupuesto que se
gastaba en asuntos sociales, se pasó a reducirlo
escalonadamente. Así mismo, del 57% que se cobraba en
impuestos directos e indirectos para poder sostener la Sociedad
de bienestar, se bajó al 51%, y se sigue en esa misma
tendencia. En las elecciones del 2006, las tradicionales cartas
de triunfo de los social-comunistas democráticos
consistentes en promesas electorales de nuevas prestaciones
sociales, ya no convencieron a muchos. La misma coalición
burguesa antes mencionada conquistó nuevamente el poder y
ahora con la firme decisión de privatizar la enorme red de
empresas del Estado y al mismo tiempo de desmontar la Sociedad de
bienestar. El motivo es lógico. Se la acusa de pacificar a
la población premiando el desempleo y castigando la
creación de puestos de trabajo. Es decir, justo lo
contrario que la razón económica nos
aconsejaría.

Si nuestro lector no está plenamente
enterado debo aquí mencionar que el sistema
económico sueco desde la Concertación social de
1932 entre la patronal y los sindicatos de trabajadores, siempre
estuvo dirigido a premiar la creación de empresas del
Estado en primer lugar, las empresas cooperativas controladas por
los socialistas y sus aliados comunistas en segundo lugar, y
finalmente permitiendo la creación de grandes
transnacionales privadas, pero bajo el control de los sindicatos.
¿Cómo lo hicieron? Simplemente por el camino de
legislar en favor de representaciones obreras en los directorios
y finalmente por medio de la adquisición sindical de
grandes paquetes de acciones gracias a nuevos impuestos
destinados a fortalecer a los mismos sindicatos ahora
transformados en potentados accionarios. En otras palabras, parte
de los impuestos patronales tenían el objetivo de
"socializar" a las empresas y entregarlas a los sindicatos,
porque por ese camino a la postre los sindicatos serían
mayoritarios en todos los directorios. Si les tomaba 50 o 100
años, les tenían sin cuidado. Que esos sindicatos
están todavía dirigidos por los mismos
líderes socialistas y comunistas, quizá no debiera
ser necesario mencionar por ser tan obvio. Todo esto explica como
y por qué Suecia se había transformado en la
campeona donante y sustentadora de todos los regímenes y
movimientos revolucionarios social-comunistas de todo el mundo.
No se crea que el motivo era solamente ideológico y "para
poner fin a la pobreza en el III mundo", como se aseguraba, sino
que era una buena inversión destinada a dar dividentos
futuros en ventas de armas, acero y máquinas herramientas
suecas. Quedó evidente cuando Olof Palme vendió
armas a Irán e Irak en plena guerra fraticida en los 80.
Que esas inversiones, por ejemplo en el Viet Nam, Cuba, Angola y
Nicaragua socialcomunistas no dieron los resultados que se
esperaban, eso fue otra historia y como siempre existe un
imperialismo al cual acusar de todos los males. Que nunca dijeron
que el imperialismo ruso o el chino también llevaban gran
parte de culpa, fue un asunto del cual desentenderse.

El sistema de
planificación estatal socialista.

En cuanto al sistema económico de
planificación estatal socialista, casi no se debiera decir
mucho más que ha fracasado en todos los países
donde fue impuesto por medio de la intimidación, las
policías secretas y las armas. El desmantelamiento de la
Unión Soviética y de su tratado de libre comercio
socialista COMECOM tienen un solo común denominador, causa
y efecto. Eran sistemas obsoletos, porque ni siquiera el nombre
"sovjet " = comités, era honesto. Los 154 países
que estuvieron obligados por las armas y la intimidación a
pertenecer a la esfera de Rusia, nunca fueron regidos
democráticamente por comités de soldados, mineros,
pescadores, agricultores y obreros, sino por camarillas
comunistas que se cuidaron de no compartir el poder con nadie
fuera de sus esferas. Que todas esas esferas cayeron en la
esquizofrenia política, es otro tema. Cuando algunos
grupos de auténticos comités de trabajadores
quisieron zafarse del sistema, fueron fusilados o enviados
prisioneros a la Siberia como castigo desde 1926 a 1956. La
enorme URSS de 245 millones de seres humanos era regida por un
Partido comunista al cual pertenecían solamente 2 millones
de miembros. ¡A eso denominaban Democracia comunista! Como
el enterrador de la URSS Gorbachov denunció, "no
existía ni siquiera una administración racional de
los recursos, ni tampoco un sistema de contabilidad y
auditoría de los presupuestos". Las alegres metas de
producción, distribución y consumo de los
líderes eran escritas mentirosamente sobre el papel, que
como sabemos aguanta todo. Si alguien cree que el COMECOM
significaba alguna ventaja para los países sometidos por
los rusos, pues estará muy equivocado, porque esa fue
precisamente la crítica generalizada que desató las
protestas que culminaron con el derribamiento del Partido
unificado socialista de la Alemania comunista en 1988-89.
Quizá deba explicar a mi lector que el sistema de
economía política
, al establecer los precios de
los productos o servicios por medio de contubernios e intrigas,
se pone a sí mismo la soga al cuello, ya que muchas veces
esos precios no se compadecen de los costos reales para
producirlos.

Hacia una
teoría de racionalidad económica

El primer lugar se debe recordar las
preguntas que se hacía la Academia Nobel cuando
entregó el premio de Economía al profesor Amartya
Sen del Trinity College de Cambridge, en Inglaterra en 1998 por
"su contribución al análisis del sistema
económico de la sociedad de bienestar", que aquí
transcribo.

"Sen ha realizado estudios referentes a
definiciones para cuantificar diferentes formas de bienestar
social y económico, sobre todo con respecto a procesos que
degeneran en hambrunas. Sus resultados han sido plasmados en
teorías abstractas definitorias, las cuales serán
de amplio uso para los políticos.

La idea de Sen ha sido la de conseguir un
sistema económico social justo, pero sin conculcar los
derechos individuales. La Academia cree que los instrumentos
teóricos creados por el profesor Sen permitirán al
sector decisorio de la sociedad poder comparar las diferentes
formas de redistribución del producto nacional.

"A partir de sus análisis, se tiene
una base teórica mejor para comparar las diferentes formas
de redistribución. Al mismo tiempo, se podrán
definir nuevos parámetros para medir la pobreza", asegura
la Academia Sueca.

Esta institución se hace muchas
preguntas retóricamente:" ¿Pueden las diferentes
valoraciones individuales, de diferentes alternativas, ser
satisfechas de forma justa y básicamente satisfactoria,
conjuntamente con las valoraciones de toda la sociedad?
¿Cómo funcionan las decisiones de las
mayorías? ¿Cómo se deben medir las
igualdades de ingresos en una sociedad?"

La Academia Sueca asegura que los
parámetros económicos sociales utilizados por el
profesor Amartya Sen contribuirán a combinar la
economía con la filosofía. La obra más
conocida de Sen es Pobreza y hambrunas, un ensayo
sobre derechos y privaciones, editada en 1981, y en la que
cuestiona la creencia común de que las hambrunas vienen
provocadas por la falta de alimentos.

Después de estudiar varias
catástrofes de este tipo en la India, Bangladesh y el
Sahara, desde los años 40, Sen descubrió que las
hambrunas se han producido incluso cuando la provisión de
alimentos no era diferente de años anteriores y que, en
algunas áreas afectadas por el hambre, se había
producido exportación de víveres. Para Sen, en este
fenómeno concurren factores sociales y económicos
que afectan a los diferentes grupos de la sociedad y que influyen
sobre la elección de oportunidades.

El nuevo Nobel de Economía
completó la labor previa de los investigadores Serge Kolm
y Anthony Atkinson en la búsqueda de nuevos índices
para medir los grados de ingresos, el nivel de pobreza y otros
indicadores del bienestar."

En ese mismo instante que el profesor Sen
mencionaba esos factores económicos que contribuyen a la
pobreza, me asaltó esa campanilla en mi cerebro que en el
futuro sería necesario teorizar, debatir e implementar un
nuevo paradigma económico financiero. No hice las
preguntas pertinentes en la conferencia que dictó
referente a sus estudios, por la simple razón de que el
tema es complicado y precisa de muchos análisis a la luz
de la razón.

¿Cuál
es el origen de la pobreza?

No me referiré a la pobreza producto
de enfrentamientos militares o de catástrofes
imprevisibles, aunque los primeros casi siempre son efecto de
causas sicológicas de desesperación social que
tiene sus raíces en la economía. Los segundos, si
los gobiernos han hecho acopio de recursos y reservas suficientes
para paliarlas, no deberían per se ser causa de
ninguna pobreza extrema. Nos quedará para el final aquella
pobreza que es producto de la marginalización
racista.

En primer lugar se debe discutir si la
pobreza es producto o no del subdesarrrollo individual,
social, estructural o nacional
. Si es nacional, como en
Nicaragua y Haití por ejemplo, la causa tiene que ser la
falta de excedentes que comercializar para obtener divisas que
permitan la importación, de por ejemplo, maquinarias e
insumos para la producción, que generen excedentes de
exportación . Todos los intentos de obviar los caminos del
comercio mundial en cuanto a insumos, han fracasado. Comprarle
camiones a Rusia no resultó a la postre más barato,
sino mucho caro porque junto a los camiones no había un
sistema de aprovisionamiento de repuestos digno de ese nombre. Si
es estructural, es decir de la existencia de muchos pobres y
pocos ricos, la repartición de toda la riqueza de los
últimos, apenas alcanzaría a 100 dólares por
cabeza de pobre en la mayoría de los países. Una
vez comidos los 100 dólares, otra vez en la pobreza y
Nicaragua sabe que así fue. Expropiar a los "ricos" en la
Nicaragua sandinista no mejoró la economía
nacional, (el PBN disminuyó a niveles similares a 40-50
años atrás. Pero si mejoró la
economía personal de los líderes sandinistas. La
medicina fue peor que la enfermedad.

En este acápite es dable analizar la
pobreza cubana, que el gobierno de los Castros ha explicado como
efecto del bloqueo económico norteamericano a Cuba. En
primer lugar, tal bloque no existe ni nunca ha sido implementado
de verdad, ya que las empresas norteamericanas siguieron
comprando a Cuba pero a través de intermediarios
canadienses. Lo que sucedió fue disminuyó el
intercambio comercial entre ambos países, EE.UU. y Cuba. Y
finalmente, el bloque nunca ha sido DEL MUNDO ENTERO en contra de
Cuba. Por el contrario, por causa de la propaganda de las
izquierdas, ¡numerosos países europeos aumentaron
sus compras a Cuba! ¿Por qué Cuba sufre una pobreza
generalizada? La respuesta sólo puede ser una: la carga
del gasto militar y del aparato estatal. Demasiada gente vive del
Estado en Cuba y demasiado pocos son productivos porque la
productividad está castigada por el mismo
sistema.

Si la causa de la pobreza es social, es
decir como resultado de una mala distribución de la
pobreza, la causa hay que buscarla en un sistema impositivo no
redistribuido. Pero ¡cuidado! Por ese camino se llega a la
Sociedad de bienestar de sueldos sociales sin
contraprestación
y finalmente al colapso de la
economía nacional. Entonces, es obvio que al introducir
nuevos impuestos a la producción o al consumo, se
deberá destinar ex profeso esos recursos para proyectos de
efecto multiplicador del dinero, en lugar de consumidor de los
mismos. ¿Cuál es la diferencia? En el primer caso
la producción o servicio estará destinado a
impulsar o sostener el estatus económico, En el segundo,
si se crean puestos de trabajo estatales, sólo por tener
"pleno empleo", llegamos a las aberraciones económicas
como en la URSS, donde cada tienda contaba con una veintena de
funcionarios: uno para recibir el pedido; un segundo para ponerle
un sello; un tercero para registrar la orden en un libro; el
cuarto para llevar la orden al interior de la tienda; un quinto
para ordenar la order conforme al tipo de compra; un sexto para
controlar si ese producto estaba en existencia; un séptimo
para entregar la orden a un encargado de sección; un
octavo para buscarlo en el interior del almacén; y
así interminablemente. Si alguien se arrepentía y
cambiaba la orden, el mismo proceso otra vez, pero a la
inversa.

Si la causa de la pobreza es individual, es
decir de subdesarrollo educacional y profesional, el culpable es
el Estado respectivo que no provee de soluciones de entrenamiento
laboral para responder a la demanda de personal cualificado para
acceder a un puesto de trabajo en las empresas. En su defecto,
son culpables las mismas empresas que no crean alternativas de
entrenamiento interno para paliar esas deficiencias. Pero
también es culpable el individuo mismo que no busca
soluciones educacionales que mejoren sus posibilidades de obtener
mejores ingresos dentro del marco de la ley. Si el problema es
tan básico, como que no hay bibliotecas para informarse
respecto de diferentes profesiones u oficios, la culpa es de los
políticos locales que no basan sus campañas en el
mejoramiento infraestructural educacional.

Entendido que las causas de la pobreza en
cualquier país tienen raíces, causas y efectos que
no pueden ser mirados cada uno de ellos sin analizar el resto,
llegamos a la conclusión que todos estamos navegando en el
mismo bote. Si en un país un desesperado asalta a un
turista extranjero, le roba o le mata, el efecto mariposa es
mucho mayor de lo que se pudiera esperar. La prensa nacional
donde el turista vivía ventilará el asunto como
"típico de países del tercer mundo". A consecuencia
de la mala propaganda disminuirá el número de
turistas que llegaban a ese determinado país. Los hoteles,
restaurantes y sitios de atracciones verán reducido el
número de visitantes. Las líneas áreas
venderán menos billetes para transportar viajeros con
destino a ese país. Las agencias de viajes verán
resentidas sus ventas a ese determinado país, y finalmente
éste será borrado de la lista de países
atractivos a los cuales visitar.

Si uno argumentaba de este modo en los 60 y
70 era acusado de inmediato de "pasarse al imperialismo que vende
a nuestras mujeres a los turistas americanos", pero ahora, con el
auge del turismo en Cuba, ya no se oyen esos
argumentos.

Todo lo anterior es un asunto muy serio y
debería ser analizado y criticado a fondo de modo que no
nos engañemos. El pensamiento individual tiene que pasar
por el tamiz del colectivo para hacerse carne. Es entonces asunto
de crear un nuevo paradigma social en donde todos entendemos que
estamos inter-relacionados y somos dependientes el uno del otro.
En este contexto es dable mencionar dos ejemplos
históricos en cuanto al mejoramiento de la
situación de los pobres gracias a los esfuerzos de
instituciones sociales ayudadas por el erario. Se trata de las
experiencias realizadas en las ciudades de Chicago y Nueva York.
Veamos. En los 90 esas dos ciudades mostraban el mayor
índice de criminalidad de los Estados Unidos y del mundo.
Las autoridades estatales llamaron a las iglesias cristianas en
busca de ayuda. No se podía seguir metiendo gente a la
cárcel por la simple razón que ya no había
lugar para tantos criminales y el presupuesto para su
manutención estaba sobrepasando todos los cálculos.
De seguir así las tendencias en alza, más de la
mitad de la población de esas ciudades estaría
encerrada en las cárceles y mantenida por los
demás. Cientos de asistentes sociales (el presidente Barak
Obama fue uno de ellos) fueron puestos en las calles para visitar
a mujeres solas sin maridos, hombres solos sin familia, etc. La
misión era simple pero promisoria. Se trataba de conseguir
que los pobres se pasaran a la legalidad tocándoles su
amor propio, tratando de hacerles recuperar su autoestima y
autorespeto. Aunque los mecanismos serían de mencionar,
todos los profesionales de psicología y asuntos sociales
saben muy bien cuales son y como pueden ser implementados desde
mínimos.

Hacia una
teoría racional de la economía y las
finanzas.

Vivimos una realidad en donde quien triunfa
en los negocios se puede transformar en un potentado que acumula
dinero salvajemente, no importa si vive en Nueva York,
Moscú, Beijin, Medellín o Bombai. En todos los
países donde la economía de mercado es la
dominante, esto es considerado lógico y deseable. Se
acostumbra a argumentar asegurando que "el empresario
genial tiene derecho a ganar tanto dinero como pueda".

En aquellos países de la Sociedad de bienestar se castiga
al empresario exitoso con impuestos progresivos, pero se le deja
la alternativa de mudar sus empresas a paraísos fiscales y
hasta de localizar sus unidades de producción en
países de menores costes. Por ese camino se han hecho
ricos varios millones de chinos, malayos e hindúes
sirviendo como productores de partes en productos que mas tarde
se montan y venden en el mundo postindustrial. Quizá el
mejor ejemplo es el de la confección. Al contrario de como
"se piensa" en los países latinoamericanos
y africanos, donde siempre aparecen moralistas de la
economía que repudian al emprendedor, los chinos
comunistas se han desentendido de la teoría marxista y han
aprovechado la filosofía económica que busca la
mayor utilidad al menor precio. ¿Es esto
deseable?

Por este camino los ricos emprendedores y
los prestatarios del dinero se han hecho aún más
ricos que antes, pero al mismo tiempo han enriquecido a aquellos
que trabajan para ellos, lo cual demuestra la falacia que los
"ricos son más ricos y los pobres son más
pobres"
de los curas revolucionarios que predicaban la
liberación del trabajo para los pobres.

Al mismo tiempo se ha producido el
fenómeno de la concentración empresarial que devora
a todas las demás iniciativas, o las compra, en muchos
casos, sólo para eliminarlas de la faz de la tierra y que
no constituyan competencia alguna. ¿Es esto
deseable?

Es indudable que las grandes empresas y
transnacionales son más efectivas y rentables que las
pequeñas, porque el sistema de "a mayor volumen, menor
precio" es un factor de costes que tarde o temprano elimina a
aquellas pequeñas. No me preguntaré si es deseable
o no, porque todos disfrutamos de la posibilidad de hacer
nuestras compras a menor precio. Aunque en la última
década se ha estado introduciendo el concepto de
shopping ecológico a mayor precio que el
normal, la realidad en cuanto a rentabilidad de aquellos es
bastante cuestionable y difícil de mantener a largo plazo
si las condiciones del mercado prevalecieran tal como en los
últimos cien años.

Paralelamente se presenta otro importante
problema generado por la efectividad de las grandes empresas:
no permiten que aquellas empresas pequeñas o demasiado
innovativas
. se afiancen en el mercado No conozco el
número total de marcas de detergentes y pastas de dientes
que han quebrado por la competencia con Procter & Gambler y
Colgate Palmolive, pero estoy seguro que supera el millar en todo
el mundo.

No necesito decir que no es deseable el
monopolio industrial ni empresarial, cualquiera que fuese el
rubro. La posición monopolizante tarde o temprano se
transforma en DICTADURA DEL CONSUMO, algo que ni siquiera
Marcuse atisbó
. Junto a la Dictadura del consumo
camina la manipulación de los consumidores por medio de la
publicidad abierta o encubierta, incluso usando de métodos
científicos sacados de experimentos de la
psicología, y usando de la prensa que se vende al mejor
postor.

Por otra parte, esa tendencia a la
concentración del poder en pocas manos ha originado tales
fortunas que muchas de ellas, la de Billy gates, Ingvar Kamprad,
Warren Buffet y otros son prácticamente muros que no dejan
respirar a quienes intentan oxigenarse creando sus propias
empresas. Y aquí tenemos verdaderamente un problema.
Cuando fracasan las grandes transnacionales, de cualquier rubro,
significan catástrofes económicas para millones de
personas dependientes. No es lo mismo cuando fracasan las
pequeñas empresas que han conseguido establecerse. Las
pequeñas fueron la salvación para la Alemania de
postguerra mundial. Las empresas familiares son la columna
vertebral de la economía de Suiza e Italia. Los tenderos
británicos el sector económico más potente
del Reino Unido. Los pequeños desarrolladores de la
construcción en España, son por sí mismos un
motor de la economía. ¿Es esto deseable? Sin lugar
a dudas que lo es.

Mi propuesta de
legislación de los capitales.

La realidad es que nadie necesita
más de unos 10 a 50 millones de dólares o Euros
para sobrevivir decentemente toda su vida. Sólo si vive de
los intereses bancarios por ese dinero, si es "un pobre" con el
menor capital antes mencionado, en coyuntura financiera en alza
obtendría entre 500 mil y un millón de
dólares anuales,. Si es un pobre con 50 millones de
capital propio obtendría entre 2,5 y 5 millones anuales
por intereses ¡sin perder un centavo del principal! Si esos
dineros han sido invertidos en propiedades, por ejemplo, la
utilidad antes de impuestos no sería menor al 10-15%
anual.

¿Qué nos están
diciendo estas cifras? Que toda acumulación superior a una
cierta cantidad respetable, sería suficiente para
cualquiera y así debiera legislarse, impidiendo la
acumulación salvaje del dinero, que a la postre
sólo sirven para acumular poder, para comprar las
consciencias de ciertos políticos, para manipular a los
demás y erigirse en dioses de las finanzas, la industria,
el comercio y la banca. Lo que es peor, para manipular a la
población por medio de los medios de comunicación
de Internet, prensa, radio, TV y editoriales, lo cual significa
un grave riesgo para todas las democracias. En la realidad esos
millonarios frenan a los otros que intentan acumular sus 50
millones. ¿Esto que estoy diciendo es socialismo?
¡NO DEL TODO! Porque de haber una mejor distribución
de la riqueza en el mundo, no hubiera desesperados que intentan
hacerse ricos por medio del socialismo, la corrupción, el
crimen y la mentira.

Nuestro lector ha leído bien. No
tiene nada de socialista que se legisle para que aquel que ha
superado su techo de capital se viese obligado a invertir su
excedente económico en otros emprendedores y que las
utilidades que se generen pasen a fondos de capital riesgo bajo
el control mixto del Estado y las Cámaras de comercio e
industria, u otras instituciones financieras.

Este sistema crearía una fuerza
generadora de riqueza en los países pobres que en menos de
diez años podría sacar de la pobreza a muchas
naciones.

Simulación de
progreso económico y social.

¿A qué nos conduce en
realidad esta legislación? Veamos. En un país que
denominaremos X existen 10 empresas gigantescas, 250 medianas y
2000 pequeñas. Los potentados dueños de las 10
empresas grandes se ven obligados a pagar el 100% de sus
excedentes de ingresos en forma de Impuesto al desarrollo.
Todas ellas responden con la siguiente distribución del
ingreso: Las primeras con el 50%. Las segundas con el 35% y las
últimas con el resto 15%. Pero, las primeras dan trabajo
al 15% de la fuerza laboral. Las segundas aun 25% y las
pequeñas a un 55%. Un 5% comprende ese grupo de bajo
coeficiente intelectual, minusválidos y enfermos. Debemos
reconocer que las grandes de seguro pagarán mejores
salarios que las otras, pero la diferenciación, en lugar
de contribuir al desarrollo, contribuye al lujo superfluo, para
no mencionar las tensiones sociales. Si gran parte de las
medianas y pequeñas obtiene financiamiento para crecer,
veremos que el nivel de salarios también crecerá y
la riqueza quedará mucho mejor distribuida.

Lo anterior es la simulación
positiva. Si hacemos una simulación negativa se
podría argumentar en cuanto a que los grandes empresarios
perderían fuste e interés por ganar más con
sus empresas. ¿Es esto negativo? ¿Acaso no
sería mejor para las familias de los potentados que ahora
dispusieran de más tiempo para sus propias familias?
¿Para pasarse en vacaciones y disfrutando de sus
éxitos económicos? ¿Para transformarse en
héroes del desarrollo ayudando a los más
jóvenes a crear y dirigir sus propias empresas?

¿A qué
a conducido la voracidad financiera?

Quien conduce su Mercedes o BMW a 200
kilómetros por horas en las autopistas alemanas le
parecerá muy lógico que estas hayan sido
construidas para él. Pero por el camino han sido talados
millones de árboles. Se han abierto miles de agujeros en
la tierra para extraer la piedra caliza. Se ha llenado de humo al
mundo con las fábricas de coches, de refinerías, de
acerías. ¿Sólo para que todos soñemos
con un BMW conducido a 200 Km hora? ¡Vamos, que con los
coches tirados por caballos estábamos más
cómodos y hasta teníamos tiempo para conversar con
el compañero de viaje! (Y nunca nos estrellábamos
en contra de las barreras de los caminos.)

La voracidad financiera nos ha regalado con
vacaciones baratas, hoteles al alcance de los pobres, bebidas y
comidas rápidas, ropas casuales que perduran o que son
desechables. Casas de paredes de cartón, madera y
ladrillo. Nos ha regalado con medicinas que nos alargan la vida
(para seguir persiguiendo la zanahoria nuestra de cada
día.) Pero al mismo tiempo, la voracidad financiera nos ha
alienado, robotizado y llenado de ansias consumistas que no
conducen sino a la depresión, al hastío, al
suicidio. Y en este suicidio no vamos solos. Junto a nosotros van
nuestras familias, hijos, nietos, animales caseros y toda la
demás vida de este planeta. No es extrañar que los
cachalotes y ballenas se estén suicidando en nuestras
costas. Nuestro mundo va camino a su final rápido y
repentino. Y ya no valen oraciones.

Soñaremos con
un nuevo paradigma financiero internacional.

Soñemos que esta nueva
legislación de política financiera en cuanto a
acumulación de capital privado es aprobada en muchos e
importantes países. Soñemos que a pesar de las
protestas, maquinaciones, intrigas e intentos de golpes de estado
y asesinatos políticos poco a poco se van imponiendo la
razón y parte del mundo deja de experimentar
escándalos de corrupción financiera, porque
¿para qué mentir y engañar a los accionistas
si ya nadie puede acumular demasiado dinero? ¿Para
qué recetarse bonos millonarios al dejar el puesto
directivo si uno tiene que invertir su excedente en otros
emprendedores?

Soñemos que el poder del dinero
comienza a estar bien repartido y que el poder adquisitivo de
todos ha mejorado notablemente. ¿No significaría un
relanzamiento espectacular de la producción hacia
productos ecológicos y respetuosos de nuestro planeta?
Así sería, porque el precio ya no tendría
que ser el menor posible, sino el más apropiado en
beneficio de todos. Tampoco se tendría que seguir pagando
salarios de hambre a los trabajadores de los países en
desarrollo, porque todos tendríamos dinero suficiente para
pagar los precios justos por los mejores productos. Los costes
relacionados a la salud disminuirían notablemente gracias
a la calidad de los productos, entre ellos por
desaparecer

el abuso con los transgénicos, los
pesticidas y los abonos masivos en esos absurdos intentos de
maximizar utilidades. Además disminuirían los
problemas crecientes que hoy vivimos de diabetes, coronarias,
cáncer y obesidad. A menor polución circundante,
menores son los riesgos de ciertas variantes de carcinomas,
enfermedades de vías respiratorias y melanomas
cutáneos. Lo que es mejor, al disminuir la
producción industrial superflua, disminuiría la
polución ambiental y causada por los transportes;
disminuirían los daños causados a nuestro paraguas
de ozono.

A menores tensiones en el hogar, menores
las crispaciones y los conflictos que conducen a la violencia
familiar y de género. A mejor estabilidad familiar,
menores son las psicopatías como ansiedad, traumas,
esquizofrenias y trastornos bipolares en general.

Es mi honesto convencimiento que todas las
tendencias socialistas y comunistas, entre las cuales debo
mencionar el comunismo primitivo que tanto inspiró a Carl
Marx como a otros filósofos sociales; el
social-nacionalismo y el socialismo fascista, así como el
fascismo rojo estalinista fueron reacciones desesperadas ante una
sola realidad que era propia de las sociedades primitivas: la
acumulación salvaje del capital en pocas personas
. No
se trata de eliminar al capital porque todos lo necesitamos. Se
trata de democratizarlo sin violencia ni autoritarismo. Se trata
de extenderlo y repartirlo al mayor número posible de
personas, familias, y sociedades. Por el bien de la
Humanidad.

 

 

Autor:

Carlos Medina de Rebolledo

cmedinarebolledo[arroba]yahoo.se

Londres, enero 2010

Catedrático de Ciencias de la
Comunicación

Editor de

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter